viernes

Kurd




Tan peculiar su abstracta fisonomía,
me atrajo sin más.
Se obcecó en mantenerme alerta 
ante su parpadeo.
Logró que me perdiera en su laberinto
de Creta.
Y atando cabos uní la interrogación 
a la respuesta :
Acierto
¿Qué más da donde se oculte
su singular presencia?

L.


Escribo en defensa propia
L.

Quebranto



Cuando uno llega a la cima
son los ojos los que desmiembran
el paisaje.
Toda la escalada sirvió para 
admirar ese instante.
Es entonces cuando , a su vez,
llegó el tiempo de la bajada
y aún manteniendo esa belleza
desnudarte de ella para poder 
alcanzar otra cima mas alta.
No hay retorno 
Ya nada importa 

L.

jueves

Piedad





Hoy la vi...
A mi lado izquierdo.
Me pareció hermosa
tan a mi merced.
Dejé que cayera Iguazú
Elevó una de sus antenas
Solté su alma
Y me perdonó la vida

L.

Hallazgo





Aún tengo ese relámpago anudado a la nuez.
Ensoñación de un muerto pegado a un muro milenario.
Despiojo mi aorta en esta realidad desmembrada 
de cualquier afinidad adherida a mis demonios 
y a mis dioses.
La arrullo sobre mis rodillas.
Ya no hay azotes que puedan someterla.
Este mundo se me hace un emigrante,
un deshecho desterrado al nunca.
El mar es ahora mi testigo,
me abraza como un amante.
¿Dónde asirme?
¿Dónde anclar mis pies si no existe
un suelo firme?
A mi misma
Y ahí me quedo. En mi.
Libre de cualquier cielo punzante.
Impidiendo que mi larva se transforme
en una parásita de otros infiernos.

L.



Soy consciente de cuando te tocas transparente
y piensas que te estás yendo.
¿Dónde?
¿Dónde aniquilar ese ensimismamiento?
¿Ese locuaz perfume a mirra?
A veces pierdes la risa y no se donde buscarla
para dártela entera cómo se da una obra de Weber
armada de balas mágicas o una pieza de Anderson y
su máquina de escribir trotando tras los cazadores.

Y tu empeñado en ser cisne...

L.


martes

Soliloquio



Anulo las intromisiones 
Son como cuervos quisquillosos
de voz antes de tiempo.
Se nombran inmisericordes en cada
nervio que crece sin agua y sin luz,
pero crece...
Hoy recogí en el capacho de Efrain,
120 castañas.
Las contamos bajo un sol otoñal 
que a veces dora y otras  veces te inocula
de noche , desmembrando la piel.
Tengo un cesto de sombras 
y unos zapatos nuevos
y un invernadero.
Tengo una red y un hilo,
una barca y un remo,
una sábana blanca,
un libro y un espejo, 
una cicatriz roja,
un teclado en los dedos,
un delfín en los labios,
un tenor, un estigma,
una canción de amor 
abocada al infierno
que te habla del cielo.
Una firma en tu piel
Un no se
La certeza
Un romperme por dentro.

Hasta tengo las sobras de
lo que venga luego.

L,




Observa a tu alrededor,
preocúpate por el.
Deja de creerte el 
centro del universo
Tú eres el universo.


L.

Cura









Crece el estanque de nenúfares
abiertos todos a la luz del medio día.
Rutilantes pimpollos de lotos
planean sobre las hojas.
El flamboyán junto al talud
y las magnolias a la luz de la noche

Los pájaros crecen antes.
Alas quebradas acuden a Bethesda,
trinos silenciados, moribundos latidos.

Amanece todo

L.


Rebato



Llámote ¡Oh luna!
Displicente matriarca

El mármol de tu sexo
con el puño bruñido
atora cualquier muestra
de invencible campaña
¿Estás conmigo ahora?
Cuando me arden los muslos
y se ciñen los besos
a mi cama infinita.
¿Ahora que te tengo
dividiendo mi carne?

Estás dentro de mi
y eso no es cualquier parte.



L.






A veces , desquicia esa manera de llegar la luz. Aparece como una tramposa.
-Nuestros ojos son diferentes- Dijo el balsero.
No existe un orden, ni un tiempo que marque el paso de la oscuridad a la luminiscencia mas absoluta.
Los ojos sabrán dormir despiertos, aprenderán de las horas aún estando cerrados.

Ella entonces comenzó a leer en segundos.
Como todo, todo lo que conocía hasta entonces  tendría una sucesión...

No dijo nada ni a nadie cuando se advirtió del movimiento del trigo.
Y de la balsa.
Akram la miraba de soslayo.
Jamás podría nada igualarse a los ademanes del sur.

Soñar ya es un privilegio , se dijo...

L.

frag, "La estación de los ángeles"

Turno



En mis muslos llevo anudada
una fila de hormigas.
Unas van para abajo,
otras van para arriba.
Copulan en mi cuerpo
¡Malditas agresoras!
Son pequeños fantasmas
Son pequeños soldados.
Son pequeños recuerdos
atados a mis horas.
Son pequeñas guerras,
pequeñas rendiciones.



¿Cómo decirle a abril que ya soy mayo?




L,

Inquietud




Un pulso que no quiere tomar impulso.

Parece que todo se parara,
los sentidos se encuentran en alerta,
estás en tensión, dilatada en el cosmos.
Tan solo se oye el martilleo del corazón,
la respiración agitada y
el portazo que le das a la paciencia.

L.

domingo

Ne me quitte pas




Me añado a este sol.
Ahora hay faro.
Se desvanece todo, y tan desnuda,
tan ciega, avanzo entre la morera.
Me aplico en la constancia de tocar las paredes.
Cuantos años sus rocas,
cuantos amanteceres.
Solo soy una larva, un gusano,
una trementina espora acudiendo a la luz.
¿Dónde estoy?
¿Dónde estás tú?
En esta góndola, París, insiste en detenernos.
Que tremenda Venecia ...
Me constriñe la palabra y ese insular dominio
de no ser mariposa.
Armado gondoliero, no abandones tu lanza,
tu engranaje, tu eje
No me dejes ahora
En Notre Dame.
Deja que los pájaros se nutran de nuestra ambrosía,
Ahora no
No

L.





Sabrás de mí , cuando dormido, ya lejano de todo se te enerve la piel y adoptes otra postura Cuando de tu boca, aún cosiendo un falso, anegues con suspiros la tela de la almohada
No estará la tierra aprisionando tu cuerpo, ni el cielo aún habrá tocado tu cabeza 
Mas... aún sabrás de mi entre el azul y la piedra, tal que abriendo los ojos me dediques, aún lejos, antes de apoyar el pie, allá, donde muere el sueño, sin notarlo si quiera, un solo pensamiento

L.

Sonar





Verbum panis



Nunca te has planteado que nuestro
movimiento gire en contra de la física
y que tu paralela se cruce con la mía
Que cualquier ecuación pensada 
ruede contra la trigonometría 
Que cualquier estadística se escape
a nuestra informe forma

Si me ves caer por el acantilado
rompiéndome los huesos y la carne,
no dejes de pensar en eso que 
escribes cada noche,
que se tiñe de ti,
único misterio
Será tu pensamiento el que me salve

L.

La barra libre y el pan ausente
En la palma de la mano un:
"No sé que será de ti
Aceras que resbalan,
árboles que no dan sombra
Geografía de instantes

Ahora se lleva poner motes.

Miro hacia la luna, más allá y más.

Y no se me ocurre ninguno...

L.

Interferencia



Necesitando al sueño,
apelé al sueño.
No pude con la luz de la lámpara,
ni con la de la mesita.

La oscuridad me atavió de fantasmas,
de voces amargas
Encendí una vela y me dejé llevar
por sus figuras blandas
¿Y si se prenden las sábanas?
¿La colcha, mi pelo, toda yo?
La puse en una esquina
Que más da...
Cuando cerré los ojos se quemó todo.

L,

Borrador



Camino por tu cuerpo y te recuerdo.
Le hablo, le provoco, le digo lo mucho que me gusta
y lo bien que se acopla a mi cuerpo.
Le toco, le hablo en braille.
Le lamo una profecía en forma de glosa.
Tu cuerpo responde con pequeños golpes a mis nervios
Son asonantes baguetas que invocan nuestra rima.
Flashes que nos acentúan,
déjá vus que nos interrogan
Camino por tu cuerpo y te olvido
para reconocer luego cada parte de tu cuerpo
en el mío.
Cada espasmo es un soneto, un desafío.
Pero anclada entre tus piernas,
aquí, a tu lado,
solo anhelo un pareado...

L.

Honda



Esa tristeza alejada de mi mundo
que a veces me visita , inundándolo todo.
Que grita ante una  ola Goliat llevándome al fondo... al fondo.
Y continúo tirando. 
Tirando piedras. De mí Por ti 
Tengo que ganar y desinflar el globo 
Montarme en el y surcar ese cielo desde donde me miro 
Ser la madrugada 
Quisiera poder donarme entera, en pedazos , a cuartos,
trocearme en gramos
Morirme al fin para salvarte 
Que los cuervos se alimenten de estas palabras 
Que se nutran de mi ahora y de mi nunca 
Que me entierren en su estómago donde jamás  acude nadie 
Córtame las alas y entiérralas en el infierno hasta que regrese a por ellas 
Eso significará que mi David logró liberarte

L.

Difumino




Ocre se derrama la espuma de la luna
Hay hombres que caen sobre una  barra
Otros te encienden los mecheros
Una definición de la noche 
arranca desde mis dedos.
No hay soga que sostenga
el peso de estos días.
Hay un caudal 
Un olor a espliego 
que retiene mi retina,
La ida
La huida
La vida

L.

Escultora




Moldeable tu mármol
De tu ser ... tu cantera 
De tu sexo la lluvia cuando mi cincel transforma en agua tu madera ... 
Y así en mis manos tengo, en mis labios mantengo, en mis piernas descansa 
el flujo de tus venas...

L.