jueves









En cada negro los niños se arremolinaban en torno a la hoguera.
Ya antes de las nubes bajas los dejábamos acostados pensando que podrían dormir y así nosotros aplicarnos a la vigilia .
Sucumbimos al continuo levantarse del uno y del otro y del otro...y así se creó una jerga silenciosa entre nosotros
Ella comenzó con el juego de las sombras.
Primero:
Aquel que elaboraba una forma, removía el rescoldo.
Llegó el turno del albino.
Doce a la izquierda 

Todos conjuramos la mirada en ese punto...
-lleva una estrella colgando de su cuello-

Saltó una chispa, así, sola (Cómo saltan las chispas de cualquier fuego)
El albino, con el índice , marcó las coordenadas de cada pavesa.
Entonces un coro de ojos adivinó un cielo de estrellas anaranjadas.
Ya desde aquel día esperábamos la volátil adormidera de su dedo...

L.

Frag: La estación de los ángeles


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Intuyo que desgranar mi boca entre
sus costuras le vuelve loco.
No quiero que se precipite
Que se pierda lo mejor de mi.
El límite, la eternidad
El diluido momento cayendo como arena,
perfilando el tiempo.
Nunca se apaciguan las mentes bajo
los sombreros 
El saxo fenece en mis pezones
Ya le avisé: 
- dame un beso para soñarte-

Ahora , es incapaz de observarme, 
solo me siente.
La ciudad es áspera como un maniquí 
en un escaparate.
Quisiera caminar.
Tal vez tomar un taxi,
o correr, saltarme los semáforos.
Solo se que me nombra
y me tiene al instante.

L.

lunes

Godavari






Dejé pasar hoy, ante mi , uno de esos momentos maravillosos
Ser espectadora, en ocasiones, te resuelve esa duda 
que es una canica rodando por el cuerpo.
Acaso, tú que me escuchas ¿ nunca has sentido esa diferencia?
El film transparente que separa la acción real de la acción intuitiva.
Ese paisaje mágico en el que tu cuerpo se agasaja de mar
y en un solo rayo de luz te sabes vulnerable.
Aplicarse en uno mismo no es el remedio
O por lo menos a mi no me salva de esa duda
Cualquier mirada de ceño ajado me hace plantearme si mi meta está allí.
En esa respuesta vestida de mi misma.
Pero hoy , un pez transparente se obligó a volar sobre mis hombros
para volver a caer en el mismo mar donde mi duda nada
Donde nada mi duda
En Godavari

Y fue extraordinario

L.


miércoles


A veces Dios echa de menos ser hombre
Por eso nos comprende

L

di-minuto



Conversaba con todos y con nadie .
Pero ¿quién escucha las voces del tiempo?
Todo aumenta y disminuye, hasta el pasado.
Mengua como la crecida de un río. la culpa, los años,
la luz del día en los ojos de un
Y
gato,
un bostezo.
Se aminora la virtud, se ralentiza la sombra de lo que fuimos
y seremos.
Un bosque sin follaje poblado de esqueletos.
No hay cobijo, si quiera, para el llanto
y ni este puede resguardarse de si mismo.
Así crecen los árboles y se desnudan de cerezas


L.


martes

Gurú





Elevando imperceptibles las palmas,
me visiona desde su red de lineas
Sonidos lejanos en notas fusas y difusas
elevan las cuerdas hacia pastos verdes.
En la frontera luz de la verdadera existencia.
Donde galopan los caballos, aceleradas pulsaciones.

Altera el clima y las fases de mi luna,
caza mi espíritu cuando esnifo su alucinógeno,
sabor a tierra de desierto,
arena ocre de conciencia

Dentro del teepee, sobre la lona, Pellejo de Oso
sana mi tronco de ramas secas,
me  pinta la cara de carbón.
Su piel roja marca el alma
con el fuego del sueño

Fue nuestro encuentro nómada

L