martes





No.
Que todo se desmorone como un azucarillo en los muslos dejando
pequeñas pústulas orbitando cuales náufragas princesas buscando
a su príncipe en tela de nadie.
Que sin pretenderlo el dulzor se haya esparcido fuera de su natural espacio
Que ante una torpeza pierda el rastro de un café firme y con cuerpo.
No.
Tal desatino me obliga a pedir una nueva glucosa capaz de darle un gusto
exacto al sabor que me invade mientras miro tus ojos.
La dulzura es a un cuento una coma, un acento,
como a la moca un grano

L.

No hay comentarios:

Publicar un comentario