viernes

Verbo





Se dice  que la poesía es un jinete
amargo venido de la noche, 
un licor que expurga a la vida de cualquier pecado
y debilita el sexo cuando la tinta vibra entre los dedos
llenando ese vacío que no es de nadie.
Esa sobredosis de realidad alternativa con el sonido de 
las ambulancias a lo lejos,
sabiendo que poco ya es nada.
Un concupiscente y locuaz ser, 
capaz de conquistar reinos que te atusa las cicatrices
con unas manos de meretriz expertas en el aroma
de los susurros.
Porque la muerte como la vida es eso: un susurro
Y la poesía arde desde el parto
Te involucra en Ovidio,
Te llena de sangre para que luego la transfundas,
Los siete caballos te carcomen desde el nacimiento
abriendo canales en el alma, hurgando en los úteros 
para ser sementales.
Pero cuando la poesía es comadrona
ningún apocalipsis podrá borrar tu nombre.
Solo de tu verbo ha de quedar el génesis
adaptado a tu recuerdo.
Ninguna corona
Ya naciste con el acero
Ya con las espuelas
Ya con el poema incrustado en el coxis
Ya con la palabra anudada a tu féretro.

L



No hay comentarios:

Publicar un comentario