viernes





-Hay que cargar a los niños-
-Pero son demasiados, demasiados...-
-Deja a los imberbes, solo los que puedan caminar-

Algunos de los que podían mantenerse en pie llevaban sobre las espaldas el legajo de los padres

¿Cómo separarlos? 
A LA FUERZA

No

Ella dejó el hacha, se desprendió de la coraza y del hábito, comenzó a talar ramas de olivo, dispuso a los lactantes entre doce fajos. Los ató uno a uno.

Hay que arrastrarlos (así morirían) Ella lo sabía 
En esta historia no hay chisteras, ni conejos, ni guantes blancos
Pero...¿Y si las cuerdas fueran flexibles? Flexibles...
....

Se inventó un paso militar de manera que los cinco bultos nunca dieron contra el suelo.

Aún así uno se quedó en el camino.
Cuando sobrepasaron el muro, ya a salvo de los otros, uno de los imberbes le dio un calcetín y mirándola fijamente le dijo:
-Los mataré a todos-

En ese instante supo que el odio es un arma de destrucción masiva.


L.


(Frag: La estación de los ángeles)


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