viernes

Sorda



Demasiado ruido.
Tengo que saber diferenciar los acordes, 
restar las notas prescindibles,
embriagarme de aquello que me dirige a un nuevo puerto.
Seguir bogando en esta tempestad de sensaciones.
Y sentir... sentir todo
El amor que se quedó inmáculo en las murallasdel corazón, rezagado y rebelde niño palpitandoe n sus paredes.
Su despertar sin orden, corriendo 
por los pasillos del alma como un jamelgo.
Es mi casa.
¡Mi casa!
La única casa que no tiene nada que ver con este mundo.

L

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